cómo explicar a un alguien sin dios
(o casi)
y ni siquiera nombre
(a lo peor para los demás -para mi siempre)
que yo,
aunque también sin dios
(la mayoría de las veces)
y ahora,
para él,
también sin nombre
(cómo explicar)
lo extraño
-incluso a ti,
que tampoco tienes dios
pero quizás sí un nombre-
(cómo explicar)
que deseo uno
para creer
que nos volveremos a ver
y no ya en esta
(imposible: nos borramos los nombres)
si no en la siguiente
(si existiese)
llamándonos de otra manera
pero a la vez,
siendo un poco los de antes.
martes, 15 de junio de 2010
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